Glaucoma: la enfermedad silenciosa

El Día Mundial del Glaucoma se celebra el 12 de marzo y se engloba dentro de un proyecto colaborativo entre asociaciones mundiales de la salud con el objetivo de contribuir a reducir los casos de ceguera que produce esta enfermedad mediante la concienciación y la alerta de la necesidad de someterse de manera regular a revisiones oftalmológicas.

Según la Asociación Mundial del Glaucoma, esta patología es la principal causa de ceguera prevenible en todo el mundo. La pandemia, además, ha tenido un fuerte impacto en la atención que reciben los pacientes con glaucoma, retrasando su diagnóstico e interrumpiendo el acceso a consultas, exámenes y procedimientos.

¿Qué es el glaucoma?

El glaucoma es una enfermedad que afecta al ojo, más específicamente al nervio óptico, y provoca inicialmente una afectación de la visión periférica (del campo visual) del paciente que, si no se detecta y trata de manera adecuada, puede progresar hacia una pérdida de visión más grave e incluso a la ceguera.

Uno de los principales factores de riesgo para padecer glaucoma es tener la presión ocular elevada. La frecuencia de la enfermedad también aumenta a medida que nos hacemos mayores, por lo que es más frecuente en personas mayores de 40 años y especialmente en mayores de 60 años.

Las personas con familiares directos (padre, madre, hermanos) que han sufrido glaucoma, las que tienen altos grados de miopía (de más de 6 dioptrías) y las que tienen antecedentes de traumatismo en el ojo también corren mayor riesgo de sufrir la enfermedad.

¿Qué hacer para no perder visión debido al glaucoma?

El glaucoma es la primera causa de ceguera irreversible a nivel mundial. Además, se calcula que aproximadamente un 50 % de los casos de glaucoma no están diagnosticados. Si bien es cierto que la enfermedad es incurable, también lo es que un 90 % de la ceguera que provoca el glaucoma podría evitarse mediante la detección precoz y el tratamiento correspondiente.

Lo fundamental para evitar la pérdida de visión es realizar periódicamente una revisión oftalmológica para identificar la enfermedad en fases precoces, sobre todo en aquellas personas que se encuentran ante más riesgo de sufrir la enfermedad, porque la mayor parte de los casos de glaucoma no son sintomáticos, por lo que es muy difícil que el paciente sospeche que tiene la enfermedad si no realiza un control oftalmológico.

¿Puede evitarse la ceguera por glaucoma?

Sí, el glaucoma es una causa de ceguera evitable. Si se diagnostica a tiempo, hay medidas eficaces para prevenir las consecuencias en la mayoría de los casos. Entre estas medidas se encuentra el tratamiento médico con colirios hipotensores, la aplicación de láser y el tratamiento quirúrgico. El pronóstico y la respuesta al tratamiento son mejores cuanto antes se diagnostique la enfermedad.

¿El paciente es consciente de que padece glaucoma?

No, la mayoría de los casos de glaucoma son crónicos y no tienen síntomas. Para diagnosticarlo a tiempo es necesario hacer un examen oftalmológico.

Las revisiones oftalmológicas suelen incluir exploraciones relativamente sencillas que no provocan dolor, como:

-Medida de la presión ocular

-Evaluación del fondo del ojo.

-Evaluación del campo visual. Es una prueba fundamental para diagnosticar el glaucoma y para ajustar el tratamiento a las necesidades de cada persona.

¿Es posible tratar el glaucoma?

Sí, es posible tratar el glaucoma con medicamentos, colirios para reducir la presión del ojo, láser o cirugía. Cada caso puede necesitar uno o varios de estos tratamientos a lo largo de la vida. Es muy importante que el paciente siga estrictamente las instrucciones del médico para que el tratamiento sea eficaz. Ninguno de ellos cura la enfermedad de forma definitiva, pero sí puede controlarla en la mayoría de los casos y evitar la pérdida de visión.

Fuente: https://icrcat.com/

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