La hipermetropía es un error refractivo, o sea que el ojo no refracta o dobla la luz adecuadamente y las imágenes no se enfocan con claridad. Cuando sucede esto, los objetos distantes usualmente se ven claramente, pero los cercanos se ven borrosos. También pasa que se pueden ver los objetos claramente, pero la persona tiene que tensionar los ojos para mantener el foco.
¿Cuáles son los síntomas de la hipermetropía? Visión borrosa, entrecerrar los ojos, fatiga visual o dolor de cabeza (especialmente al leer o al final del día).
¿Cuáles son los tratamientos para la hipermetropía?
Los métodos más comunes para corregir la hipermetropía son los anteojos o lentes de contacto, que ayudarán a la reorientación de los rayos de luz sobre la retina, compensando la forma de su ojo.
Otra opción disponible es la de someterse a una cirugía para corregir la hipermetropía con LASIK u otra forma similar de cirugía refractiva. Estos procedimientos quirúrgicos se usan para corregir o mejorar la visión a través de la remodelación de la córnea, o la superficie frontal del ojo, ajustando efectivamente la capacidad de enfoque del ojo, aunque en muchas ocasiones no se corrige por completo.
Algunos estudios sugieren que con ejercicios oculares, vitaminas o píldoras se puede prevenir o curar la hipermetropía, pero la realidad es que no hay evidencia científica que lo avale.
Ciertamente los anteojos resultan una solución no invasiva, estéticamente atractiva y con ningún factor de riesgo asociado, por lo cual son la más elegida.
Fuente: http://www.geteyesmart.org/