Conjuntivitis: causas y tratamiento

conjuntivitisLos ojos merecen el mismo cuidado que la piel durante el verano, en especial ya que su exposición prolongada a los rayos del sol le provoca terribles lesiones a la córnea, cristalino y retina, que pueden terminar en conjuntivitis, y en casos extremos, cataratas. Hoy vamos a hablar de la conjuntivitis, una inflamación bastante molesta y a veces dolorosa.

Para empezar, expliquemos qué es la conjuntivitis: tenemos en los ojos una membrana delgada llamada “conjuntiva” que cubre la superficie del interior del párpado y parte del globo ocular. Cuando ésta se inflama, se le llama “conjuntivitis”, que a su vez se divide en 3 tipos:

-viral: relacionada a otras infecciones respiratorias, como un resfrío, o al sarampión

-alérgicas: reacción alérgica al polvo, el moho, la caspa animal, ácaros o el polen, y que pueden empeorar por el viento, el humo y otras clases de agentes que producen polución del aire

– bacteriana: por estafilococos aureus, neumococo, haemofilus influenza, etc.

Síntomas de la conjuntivitis: ardor, ojos enrojecidos, picazón, sensación como si la persona tuviera tierra en los ojos, dolor. Un síntoma importante es sensibilidad a la luz, que obliga a usar anteojos oscuros. También, el ojo larga una secreción como pus, en especial si la infección es bacteriana.

¿Cómo se contrae? Principalmente al estar en contacto con personas infectadas, o tocar toallas que ellas tocaron, o por  el contacto de los ojos con aguas contaminadas (se contagia mucho en las piletas), también en el transporte público al tocar el pasamanos (las personas infectadas dejan sus secreciones en ellas). También se puede producir por la acumulación de bacterias en el ojo que pueden venir de otra infección del organismo, o por el contacto por agentes químicos, viento, polvo, humo o cualquier otro tipo de polución ambiental.

Prevenir la conjuntivitis no es difícil, lo principal es lavarse las manos con frecuencia, no tocarse los ojos con las manos sucias, no compartir toallas o pañuelos con otros, ni los cosméticos, y éstos cámbiarlos con frecuencia, cambiar la funda de las almohadas a menudo, no automedicarse y en caso de sufrir los síntomas, acudir al oftalmólogo, que puede recetar antibióticos en el caso de que el cuadro lo amerite.

Más allá de los antibióticos (colirio, pomada o gel), existen tratamientos naturales muy efectivos, como por ejemplo hacerse baños oculares con Manzanilla (acción antiinflamatoria y cicatrizante) o Eufrasia, también sirve para la picazón de ojos, vista cansada o irritación ocular de cualquier causa.

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