La lágrima es la defensa natural del
ojo, ya que cubre, nutre y lubrica su superficie expuesta. Pero ¿qué pasa cuando su producción se altera? Síntomas, causas y tratamiento en esta nota.
El síndrome del ojo seco es una enfermedad que se produce cuando se altera la producción de lágrimas. ¿Cómo darse cuenta si se los está sufriendo? Los principales síntomas son: enrojecimiento ocular, picazón, sensación de sequedad, cansancio ocular, lagrimeo, ardor, sensación de arenilla, visión borrosa o sensibilidad a la luz.
Pero ¿qué es la lágrima natural (o película lagrimal)? Ésta es una fina estructura que cubre la superficie externa del ojo. Está conformada por muchas capas de componentes: la capa externa es lipídica (grasas) y sirve para evitar la evaporación; la capa intermedia, que es líquida, es acuosa, y ayuda a lubricar y llevar oxígeno a las celular de la cornea; y la capa interna es mucosa, y permite adherir la película a la superficie ocular.
¿Cómo funciona esto? Para que nuestro ojo esté lubricado y humectado, es necesario parpadear entre 8 y 12 veces promedio por minuto, esto ayuda a distribuir la película lagrimal por la superficie ocular de forma continua. Si no existiera el líquido lagrimal sobre la cornea, ésta se secaría, produciendo alteraciones en la calidad de la visión y lesiones en la superficie.
Por eso la lágrima es tan importante para nuestros ojos: los cubre, nutre y lubrica; los protege del viento, el calor, la contaminación y otros factores ambientales, además de que ayuda a eliminar y expulsar cuerpos extraños de la superficie ocular.
¿Y cuáles son las causas? El envejecimiento es una de ellas, ya que la producción de lágrimas se reduce a partir de los 55 años. La menopausia es otro: durante esa etapa se reduce la producción de hormonas andrógenas, que estimulan la formación acuosa y lipídica de las lágrimas. A veces el mal uso de los lentes de contacto produce alteraciones, ya que
no hay una buena interacción entre el lente y la córnea y ésta no se lubrica bien. Estar mucho tiempo con la mirada fija en el monitor de la computadora es otra causa, ya que genera una disminución del parpadeo y un desequilibrio en el film lagrimal. Muchos medicamentos, como los anticonceptivos, antihistamínicos, betabloqueantes, tranquilizantes, antidepresivos, diuréticos, entre otros, también son causantes del ojo seco. Los factores ambientales como el sol, viento, el aire acondicionado o la calefacción aumentan la evaporación de la lágrima. Por último, mencionaremos el Síndrome de Sjörgren, una enfermedad autoinmune en la que se destruye la glándula productora de lágrimas (se asocia con sequedad de boca y dolores articulares).
¿Cuál es el tratamiento? El principal se trata del uso de lágrimas artificiales, ya sea en forma de gotas, geles o ungüentos. También se aconseja consumir líquidos en buena cantidad, además de una dieta rica en ácidos grasos esenciales (omega 3) ya que estudios recientes han demostrado que mejora los síntomas y signos de ojo seco. Se recomienda que los pacientes usen anteojos para protegerse de los factores climáticos, además de evitar los ambientes climatizados, y realizar descansos periódicos cuando se esté mucho tiempo enfrente de la computadora o leyendo.
Si creés que tenés alguno de los síntomas del ojo seco, es importante que sea controlado y tratado por un oftalmólogo.
Fuente: http://www.sindromedesjogren.org/sindrome/ojoseco.php